El edulcorante eritritol, que se utiliza de manera creciente en la industria alimentaria, no había sido cuestionado sino hasta el año 2023 ya que un estudio concluyó que eleva la tendencia de la sangre a formar coágulos y aumenta el riesgo de sufrir ictus e infartos en personas con una mala salud cardiovascular, según una investigación que ha analizado datos de más de 4.000 pacientes de Estados Unidos y Europa. Los investigadores piden que se estudien más a fondo los efectos a largo plazo de los edulcorantes sobre la salud, aunque generalmente se consideran seguros. Al no aumentar el nivel de azúcar en la sangre ni aportar calorías, hasta ahora se ha considerado adecuado para personas con obesidad y/o diabetes quienes son los que por sus padecimientos tendrían mayor riesgo de sufrir infartos, etc. Según el estudio el riesgo cardiovascular de los edulcorantes fue significativamente mayor entre las personas que tomaban una mayor cantidad del edulcorante. Experimentos realizados en laboratorio con muestras de sangre humana demostraron que el eritritrol aumenta la adhesión de las plaquetas y la tendencia de la sangre a formar coágulos. Experimentos posteriores con ratones confirmaron que, cuando aumenta, se forman más trombos en el sistema circulatorio de los animales. El nivel de eritritol en plasma se mantuvieron sustancialmente elevados durante más de dos días en todos los participantes.
Los alimentos edulcorados con eritritol incluyen productos de repostería y bollería, chocolates, caramelos y chicles. Esto se encuentra de manera natural en pequeñas cantidades en frutas como uvas, melocotones y sandías, así como en alimentos fermentados como quesos y cervezas, por lo que está considerado un edulcorante natural. Además el cuerpo produce pequeñas cantidades naturalmente pero eso es distinto a la ingesta que hoy en día vemos o hemos consumido. Ellos concluyeron que el eritritol aumenta el riesgo cardiovascular de trombos durante dos días tras ingerir una cantidad equivalente a la de una lata de refresco con cero calorías.
Muchos toman estos datos como verdaderos, sin embargo viendo las comparaciones de los grupos de prueba eran personas muy mayores, con eventos cardiovasculares pasados y no se dice nada de su tipo de alimentación, no sabemos si comían alimentos que elevaran su riesgo de infartos por ejemplo; por otro lado hay quienes dicen que la industria del azúcar está detrás de esto y quiere lastimar la industria del eritritol. Lo cierto es que se necesitan más estudios en personas más jóvenes, con dieta sana, que hagan ejercicio y sin antecedentes cardiovasculares que consuman eritritol para poder tener datos más certeros. Así que estas son las dos caras de la moneda. Investiguen y no se dejen llevar por los medios de comunicación masivos que generalmente apoyan grupos que los favorecen financieramente. Falta investigación científica pero si algo sabemos hoy es que el abuso de cualquier producto nos va a sacar de la homeostasis que siempre buscamos.
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